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martes, 22 de marzo de 2011

FLUIR - SER CANALES


Queridos amigos:

Les escribo para compartir unos pensamientos a propósito de un sueño que tuve (07 de agosto 2010).

El sueño iba así: Veía una llanura muy amplia, era de día, en el centro había 2 ó 3 piedras gigantes a modo de un dolmen (como los dólmenes de Stonehenge) La piedra gigante que estaba en vertical tenía una ranura circular, y ahí alguien puso un disco solar. Y dijeron algo así como ‘se pone o tiene que estar en perpendicular con respecto a algo’ (no me acuerdo a qué). Pero el tema es que me recordó a cuando uno pone un CD en la lectora de una computadora y, se me ocurrió en ese momento que así es cómo sacaban también información.


Más allá de la interpretación posible del sueño, lo que vi (por la imagen del dolmen) me ha animado a compartir unos pensamientos que tuve hace algunos días, les cuento:

En una reciente reunión a la que tuve la oportunidad de ir, este 5 de agosto 2010 (En la que por cierto, ‘sin querer queriendo’… nos juntamos 14 personas. 7 hombres y 7 mujeres. De entre ellos, 7 viajeros al Paititi - Agosto 2010) se habló sobre la ACTITUD con la cual se va a los viajes de misión. Esto, como producto del análisis del símbolo del triángulo invertido.


El símbolo del triángulo invertido nos viene a recordar (entre otras cosas) la actitud con la cual encarar cada viaje, cada salida, cada trabajo por el planeta:
El recordar que sólo somos canales.

Y esto, aunque parezca un detalle, en verdad lo cambia todo.


Lo de ser canales me recordó 2 cosas:

1.      A esas personas que pueden sanar o practican la imposición de manos. Siempre he escuchado que insisten en que ellas no son las que sanan, sino que hacen de canal para que la energía de Vida (que hay en ellas y la persona que desea sanarse) fluya en forma armónica nuevamente. No se trataba entonces de hacer una irradiación de luz. Sino de dejar que la energía de vida del Padre-Madre fluya. De confiar en esta energía. Es esta energía la que sana, la que actúa.

2.      Me recordó también a las agujas que se usan en la acupuntura china. En sí mismas funcionan también como canales o antenitas que ayudar a armonizar alguna parte del cuerpo. Estas agujas son colocadas en puntos estratégicos donde fluye la energía. En una terapia que puede durar algunas semanas, te las colocan una vez al día durante un corto tiempo.


Pensé lo siguiente: Cuando vamos a los viajes de misión (que son lugares estratégicos para el planeta) nosotros funcionamos como esas agujas de acupuntura. Porque somos ‘colocados’ durante un corto tiempo, para ayudar a restablecer la armonía en esos lugares.  Por cierto, como es una terapia para este planeta, no basta con una sola visita, sino (a veces…) de varias… para lograr la armonización total.

Claro que no basta sólo el hecho de ir hasta el lugar, sino de cumplir con la función asignada; es decir, la de hacer realmente de un buen canal (como lo hacen esas agujas).



En otras palabras, de empezar cualquier trabajo con esta actitud de ser un canal o un instrumento de la luz y el amor del Padre-Madre. Así, este actuar se convierte –en verdad- en un pequeño-gran salto de Fe. Porque confiamos. Por que no tratamos de sanar nada, ni de arreglar nada, sino que nos comportamos como canales y nos entregamos al fluir de nuestra Esencia. El resto como dicen, se dará por añadidura…

Recordé en esa reunión a los dólmenes (o menhires) y algo que leí sobre ellos hace tiempo:

“¿Qué es un menhir, sino una pétrea aguja de acupuntura que alivia la tensión o recarga la energía del punto donde se enclava?”


Fluir. Ser canales.


Un abrazo y hasta la próxima.
                                                          
Rubí Cuaila E.
Lima-Perú

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