Buscar este blog

viernes, 11 de enero de 2013

EL MISTERIO DE LA UNIDAD

Buscando responder a la pregunta ¿Quién soy yo? empezamos a analizarnos, observarnos, y nos damos cuenta que si respondemos a esa pregunta, estaremos respondiendo también al por qué de la vida misma, ya que nos damos cuenta que nuestra vida no es ajena al mundo, sino que existe por la unidad que experimenta con él. El concepto de la Unidad es tan importante que, según el físico Stephen Hawking en ‘Brevísima Historia del Tiempo’ (2005):

“El objetivo final de la ciencia es conseguir una sola teoría que describa todo el universo”.

El Misterio de la Unidad nos ‘persigue’ constantemente, pero muchas veces pasa en nosotros inconscientemente.


-
Nos estamos haciendo Uno. Físicamente:


... Al respirar…
Hace un tiempo, al iniciar la meditación, con las consabidas respiraciones profundas, me pregunté por qué ‘inhalar lo positivo’ y ‘exhalar las tensiones, o lo negativo’. Por qué, si -teniendo en cuenta que- ‘lo positivo’ y ‘lo negativo’ es algo tan relativo, ¿por qué evocar a esta energía dual, si nosotros podemos ir a lo absoluto, a lo real? Y además, ¿por qué lo positivo para nosotros y lo negativo para el medio ambiente que nos rodea?

Podemos recordar que al inhalar no sólo el oxígeno y la energía del lugar entra en nosotros, sino que también, al exhalar, parte de nuestra energía entra en el lugar en donde estamos. Así, el acto de respirar, es un acto de Integración con el lugar. Cada vez que respiramos nos estamos haciendo UNO con el lugar.

Podemos entonces elegir recordar esta unidad. Y al inhalar evocar a la energía pura (Lo que Es) de Vida que hay en el lugar que nos rodea. Y al exhalar, enviar, abrazar con nuestra energía de vida, de luz, al mismo lugar. Tomar conciencia de que siempre nos estamos haciendo Uno con la creación. Por añadidura, vendrán: la sensación de bienestar, tranquilidad, paz, reordenamiento de nuestras energías, etc.

Cuando se hace dermóptica, las manos actúan como antenas o sensores que captan la memoria del lugar. (Sin embargo, recordar que el sentido del tacto está en todo nuestro cuerpo). Creo que el respirar concientemente puede ayudarnos a entrar al registro akáshico del lugar donde nos encontremos. Pero sobre todo, el respirar concientemente nos puede ayudar a recordar y reconectarnos con esa presencia de energía de vida, ya sea que estemos en un lugar ‘especial’ (conectado a un retiro interior), común y cotidiano, o en cualquier lugar.

... Al comer…

El acto de comer, es un acto de ‘comunión con alimentos’, porque nos estamos haciendo Uno con la energía de diversas creaciones materializadas por la naturaleza y/o por el hombre.

... Y al ‘hacer el amor’, otra vez, ‘El Misterio de la Unidad’
...
Y a veces, fruto de esta Unión, podemos crear y materializar un nuevo ser (Dos seres de la creación re-creándose en un nuevo ser)



-
Nos estamos haciendo Uno. Mentalmente:
‘Comunidad Mental’. Con una o más personas cuando ‘sintonizamos’ en una misma frecuencia, que puede ser una idea, un proyecto, un plan, etc. Fruto de esta unión, bueno…. se puede hacer tantas cosas…

-
Nos estamos haciendo Uno. Esencialmente (o espiritualmente): Siempre
. Sin embargo sólo podemos experimentar lo que significa la unidad con ella (con la Esencia), cuando la recordamos o tomamos conciencia de su naturaleza. Cuando recordamos y experimentamos alguna de sus cualidades o nombres: Unidad, Verdad, Armonía, Vida, etc.

Ahora, si bien comprendemos que hay ‘cosas’ que podemos poner bajo el rótulo de ‘físico’, ‘mental’, y ‘espiritual’… recordar que estas palabras y conceptos sólo nos están ayudando de una manera didáctica a entender las partes de un ‘Todo’, porque… ¿Dónde empieza y dónde acaba lo físico, o lo mental o lo espiritual? En realidad Todo se está dando al mismo tiempo.



Así, nos estamos haciendo Uno constantemente.
Aunque el serlo inconsciente o concientemente es nuestra elección.